Me gustaría estar tediosa organizando qué vamos a hacer este Domingo.
Llamados vienen, llamados van, dónde nos vamos a juntar, qué lleva cada cuál, a qué hora estar, cómo nos vamos . . .
Me gustaría haber salido a comprar una camiseta, pañuelos, calzoncillo largo de algodón, a lo más, esos regalos que nos dejabas elegir sin opinar, porque lo otro era muy personal o simplemente no nos permitias gastar . . .
Me gustaría recordar tu último día acá, y no llorar por no poderte abrazar. Pero fue verdad de "ese" día del padre, no nos vamos a olvidar jamás . . .
Me gustaría pero no podrá ser . . .
. . . sin embargo puedo contarte cuán grande esta Federico, ya te pasa en alura, es fuerte, inteligente y adolescente, con todo lo que implica un yo masculino, aunque peor alumno. Un poco arisco en su demostración física de afecto pero protector con su hermano pequeño ante la última emergencia, Fernando, que decir, en el cole es aplicado, un loco por los autos, inquieto y arriesgado.
Te lo cuento aún sabiendo que todo esto lo estás viendo, desde allá donde te encontrás, sólo lo hago para que sepas que acá en nuestras vidas seguís estando, no meramente recordado, en nosotros y tus nietos a veces te vislumbramos y te continuamos amando.