Yo vengo de un entonces, donde se hablaba de obligaciones, frases como "el deber ser", "lo correcto", "tu responsabilidad", eran cotidianas. Nos enseñaban a actuar y asumir las consecuencias de nuestros actos, porque sí, lo que hacemos genera huellas y traza caminos, pero no sólo los nuestros ya que vivimos en sociedad.
¿Derechos? no se mencionaban, era como algo merecido si se cumplía con lo que correspondía.
No era lo importante, lo importante era formar "gente de bien" y serlo significaba ser honesto, educados, con modales correctos y moderados, respetuosos, trabajadores, solidarios y hacían hincapié en que tus libertades y derechos terminaban donde comenzaban los de los demás.
Leí el otro día que para que un niño crezca sano hay que brindarles: "Normas, Límites, Contensión y Amor"
y hoy desde mi adultez creo que nuestros padres lo hacían muy bien, claro actuaban responsablemente, enseñaban con el ejemplo y si no les daba con su actuar tenían la humildad de decir "yo no tengo autoridad moral para decirte que . . . pero delante mío no lo haces", sus defectos terminaban engrandeciéndolos porque se reconocían humanos.
Hoy ya siendo adulta y madre, con mis experiencias personales, otras cercanas como Fran el hijo adoptivo de una amiga que se encuentra prisionero, hospitalizado hasta que se resuelva si su madre biológica que le abandono recién nacido luego de tres años, alcoholica y sin trabajo puede superarse a fin de atenderlo como corresponde y mientras . . . mientras Fran es privado de "Amor, Contensión, Normas y Límites" eso sí
se prioriza el vínculo de sangre.
Las lamentables lecturas de casos de abuso infantil, el más resonante estos días de Guadalupe, pero ¿es sólo ella la víctima?, abandono a su hija eso es cierto, queda detenida con 21 años, claro que si vamos a lo escrito y publicado por la prensa, Debora también fue abandonada, y cuando fue madre de Guadalupe sólo era una adolescente, es más tuvo su segunda hija con 18 años, cuando 18 años era continuar siendo menor de edad. Entonces ¿no sería justo que la señora que hoy hizo nota en los Diarios Mendocinos con lentes oscuros y es la responsable ya que ella misma proclama que si Debora estuvo institucionalizada e inclusive recluida en centros correccionales por orden de la Justicia debido a causas inventadas, también sea inculpada como responsable de la muerte de su nieta Guadalupe y el abandono de su nieta de 18 meses?
Contensión no es ser amigo de tu hijo, es brindarles ambientes seguros, palabras cuando las requiere, abrazo, consejos, desde nuestro rol de adultos. Nutrirlos y formarlos.
No tuve padres perfectos, esos no existen, tuve padres comprometidos con nosotros sus hijos, hablando con mamá hace poco me pregunto que pensaba yo de papá porque un día dije que de chiquita él era el Sr. perfumado, engominado y trajeado que veía todas las mañanas, le contesté que si eso veía de chica, pero que si yo tengo que describir lo que fue mi padre en mi vida, contesto que un "Roble", alguien firme, que siempre estaba.
Mamá, ella sique estando, responsablemente, generosamente a nuestro lado.
"Amor, Contensión, Normas y Límites" con fallas, reconociéndonos humanos, eso, es lo que nos convierte en Padres, no la sangre, sino el brindarles, brindandonos. Prioricemos los derechos de los hijos, quien no cumple con sus obligaciones es un mero Progenitor.
Yo vengo de un entonces que quiero sea el hoy de mis hijos.
Interesante tu escrito. Soy un padre soltero y aún cuando me ha costado salir adelante con mi pequeña, he intentado darle todo lo que le puedo dar. No me refiero precisamente a lo material porque si fuera por mí le daría todo lo que pudiera. Pero lo que siempre me he he preocupado de darle es amor, compañia, comprensión y atención, unos brazos que sean la extensión de los de ella...
ResponderEliminarCreo que como padres nunca dejaremos de equivocarnos... Pero el ver esos ojitos cuando te miran, esa sonrisa cuando estan en compañia, o la paz que sienten cuando se recuestan en tu regazo nos hace ver que no hemos errado tanto.
Es un agrado leerte y te agradezco tu visita, Saludos desde el otro lado de los Andes.